Obsesiones y compulsiones


Las OBSESIONES se definen como ideas, pensamientos, impulsos o imágenes de carácter persistente que el individuo considera intrusas e inapropiadas y que provocan una ansiedad o malestar significativos. Este concepto hace referencia a la sensación que tiene el individuo de que el contenido de la obsesión es ajeno fuera de su control y no encaja en el tipo de pensamientos que él esperaría tener. Sin embargo, el individuo es capaz de reconocer que estas obsesiones son el producto de su mente y no vienen impuestas desde fuera.

Las COMPULSIONES se definen como comportamientos (por ejemplo lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (por ejemplo rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter recurrente, cuyo propósito es prevenir o aliviar la ansiedad o el malestar, pero no proporcionar placer o gratificación. En la mayoría de los casos la persona se siente impulsada a realizarla compulsión para reducir el malestar que lleva consigo una obsesión determinada o bien para prevenir algún acontecimiento o situación negativos.

Tipos

Rituales compulsivos con obsesiones

  • Rituales de limpieza: se evitan posibles focos, reales o imaginarios, de suciedad o contaminación (pasar al lado de basura, delante de un hospital, al orinar) sintiendo posteriormente la necesidad de realizar complicados rituales de higiene y limpieza.
  • Rituales de repetición: pueden repetirse las más extrañas secuencias, por ejemplo, santiguarse siete veces, tener que repetir un determinado número ante un pensamiento, seguir una secuencia de números pares en cualquier situación.
  • Rituales de comprobación: hay multitud de posibles comportamientos. En este sentido están los de comprobar repetidamente que se ha cerrado el gas, o la puerta.
  • Rituales de acumulación: tienen dificultades para desprenderse de cualquier cosa y acumulan grandes cantidades de artilugios inservibles. Pasado un tiempo puede resultar imposible transitar por la casa.
  • Rituales de orden: todo ha de estar en el mismo lugar, posición, de mayor a menor,... notan incluso el mínimo cambio produciendoles gran ansiedad lo que les ocupa muchísimo tiempo ordenando.

Las obsesiones y compulsiones producen un malestar clínicamente significativo, suponen una pérdida de tiempo notable, ocupan más de 1 hora al día e interfieren significativamente con la rutina diaria del individuo, con su rendimiento laboral y con sus actividades sociales.

Lentitud sin rituales visibles

Puede darse el cuadro completo pero sin rituales visibles. En muchas ocasiones estos están encubiertos y la persona actúa lentamente y como ensimismada por estar llevando mentalmente una compleja tarea ritual. Sin embargo, suele darse de forma selectiva de tal modo que el sujeto puede tardar horas en vestirse pero trabajar perfectamente.

Obsesiones

Cuando solamente se dan obsesiones sin ningún tipo de ritual (suele ser menos frecuente).

“Vestirme por la mañana era difícil porque tenía que seguir mi rutina o sino me ponía muy nervioso y comenzaba a vestirme de nuevo. Siempre me preocupaba que, si no seguía yo cierta rutina, mis padres morirían. Estos pensamientos desencadenaban más ansiedad y más rituales. Debido al tiempo que pasaba en estos rituales, no podía hacer muchas cosas que eran importantes para mí. No logré superar esto sino hasta que recibí tratamiento”.

Causas del TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo)

El trastorno obsesivo-compulsivo puede tener un componente genético. Aunque hay ocasiones en que varios miembros de la familia lo tienen, nadie sabe a ciencia cierta por qué algunos en la familia lo tienen y otros no. El TOC suele comenzar en la adolescencia o a principios de la edad adulta. Tiende a aparecer a una edad más temprana en los niños que en las niñas. Los investigadores han encontrado que varias partes del cerebro, así como ciertos procesos biológicos, desempeñan un papel clave en los pensamientos obsesivos y el comportamiento compulsivo, así como en el miedo y la ansiedad relacionados. Los investigadores también saben que las personas que han sufrido traumas físicos o sexuales tienen mayor riesgo de presentar el trastorno obsesivo-compulsivo.

Después de una infección por estreptococos, a algunos niños se les pueden presentar los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo de manera repentina o los síntomas pueden empeorar. Este síndrome post-infeccioso autoinmune se denomina trastorno pediátrico neuropsiquiátrico autoinmune asociado con infecciones estreptocócicas.