Problemas de pareja y celos
En la relación de pareja existen muchas cuestiones que, directa o indirectamente, repercuten en ella, la autoestima, las obsesiones, los celos, la desconfianza, en definitiva, pensamientos destructivos para nosotros mismos y para nuestra relación, todo ello junto a la falta de una comunicación sincera puede dar lugar a una relación tóxica y a una ruptura complicada.
Como en la propia vida, las relaciones crecen, evolucionan y cambian, en función de las etapas. No sentimos lo mismo cuando nos conocimos que cuando pasan unos años.
Existen ciertos aspectos muy importantes para que nuestra relación con la pareja sea sana y constructiva, estos son algunos de ellos: nuestro auto-conocimiento, la empatía, la comunicación, el respeto y conocer las etapas de la relación nos ayuda a sentir seguridad y tranquilidad, tanto dentro como fuera de la pareja, así como a resolver los conflictos y sentimientos confusos y destructivos que puedan surgir en ella.
Nuestro pasado también puede ser un lastre en nuestra relación, traumas, miedos e inseguridades pueden manchar esta nueva etapa, NO TENGAS MIEDO a cerrar puertas para abrir otras, otra persona, una experiencia vivida y otra por descubrir, es parte de la VIDA.
Uno de los pilares importantes en la pareja, y en uno mismo, como es el sexo se puede sentir influenciado negativamente por todos estos pensamientos y sentimientos tóxicos. En la sexualidad para con la pareja podemos encontrarnos con impotencia sexual, ausencia de orgasmos, inapetencia, problemas cuyas soluciones se encuentran dentro de la propia persona y/o en la relación.
Todos estos problemas se deberán trabajar, no solo dentro de la pareja, sino de manera individual, porque la culpa no es de ninguna de las partes, solo se requieren recursos para llegar a una conexión con nosotros mismos y con la persona con la que compartimos la vida.
Y otras veces nos tenemos que enfrentar a la tesitura de no forzar una relación por mucho “amor” que se sienta porque no es bueno para ninguna de las partes, aceptar una ruptura y afrontar el duelo da miedo e inseguridad, pero desde una comunicación sincera y un respeto mutuo se puede llegar a una ruptura cordial.
La evolución individual no tiene porqué ir en paralelo a la evolución de la pareja ni a la etapa de la relación, por ello no hay una culpa de ninguna de las partes, sino una disonancia en el momento evolutivo de cada uno.