Fobias


Una fobia es un tipo de trastorno de la ansiedad, es un miedo fuerte e irracional a objetos o situaciones muy concretos y que no tienen, aparentemente, un peligro real. La proximidad física a la situación que le provoca miedo da una respuesta inmediata de ansiedad y los síntomas físicos más frecuentes que conlleva son sudoración, temblores, pulso acelerado, nudo en el estómago...

Se convierten en un verdadero problema psicológico cuando limitan nuestra vida de una manera drástica. Las fobias se generalizan por un doble mecanismo. Primero el afectado comienza a temer algo porque lo asocia a alguna experiencia negativa; y después, trata de evitar y/o escapar de eso que le genera aprensión, lo cual le lleva a tenerle cada vez más miedo.

Rehuir el objeto de su temor le hace mitificarlo y aumenta su ansiedad ante cada encuentro.
El resultado es un patrón de comportamiento desadaptativo e irracional que
dificulta las actividades de su vida diaria e impide su desarrollo óptimo.



Tipos

Existen muchas fobias, algunas específicas y corrientes son: la fobia a la sangre (hematofobia), a los hospitales (nosocomefobia), a los extraños (xenofobia), a los lugares cerrados (claustrofobia) o a los demasiado abiertos (agorafobia), a las alturas (acrofobia), a la oscuridad (escotofobia), a la luz (fotofobia), a las suciedad (misofobia), a los perros (cinofobia), a las arañas (aracnofobia). Algunas son tan sorprendentes como el miedo irracional al agua (hidrofobia), a la lluvia (ombrofobia), a estar sentado (catisofobia) o a los payasos (coulrofobia), a ruborizarse (eritrofobia).

Hay quienes le tienen un miedo atroz a elementos naturales como las flores (antofobia), las abejas (apifobia), los árboles (dendrofobia) o las tormentas (astrofobia). El nombre más raro para uno de estos miedos patológicos es el de la hexakosioihexekontahexafobia o fobia al número 666.

  • La ansiedad causada por una fobia altera la vida cotidiana de las personas afectadas, porque les lleva a evitar determinadas actividades y situaciones.
  • El diagnóstico suele ser evidente al basarse en los síntomas.

    Las fobias específicas constituyen uno de los trastornos de ansiedad más frecuentes. Las personas que padecen una fobia de este tipo evitan las situaciones u objetos concretos que les provocan miedo y ansiedad, o bien los soportan con gran angustia, llegando incluso a veces a sufrir una crisis de angustia a consecuencia de ello. Sin embargo, reconocen que su ansiedad es excesiva y por ello son conscientes de que tienen un problema. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa y el malestar interfieren significativamente en la vida laboral, social y personal.